AMÉRICA LATINA: DE 1950 A LA ACTUALIDAD
Después
de la Segunda Guerra Mundial, América Latina quedó incluida en el bloque
occidental capitalista, lo que determinó su desarrollo económico y político en
los años siguientes. En la década del cincuenta se presentaron varios intentos
reformistas radicales, especialmente en Bolivia y Guatemala, que se
convirtieron en revoluciones nacionalistas. Estos y otros movimientos
fracasaron debido a la dependencia con respecto a Estados Unidos. Cuba fue la
excepción.
Al
comienzo de los años setenta, en América Latina, se establecieron dictaduras
militares. A su vez, en Centroamérica tuvieron lugar importantes
acontecimientos, como la revolución sandinista. Las constantes crisis
económicas llevaron a que en los años noventa, se efectuara un proceso de
democratización que condujo a la renovación política. En el siglo XXI, se han
establecido gobiernos democráticos con una clara tendencia de oposición a
Estados Unidos. Son los casos de Brasil, Ecuador, Venezuela y Bolivia.
La década del cincuenta
El
panorama político latinoamericano cambió después de 1948. En este año, se
reunieron en Bogotá los representantes de todos los países del continente
americano, para fortalecer el llamado panamericanismo, es decir, la asociación
y la cooperación entre las naciones americanas. A partir de esta reunión, se
creó la Organización de los Estados Americanos, OEA.
Desde
su nacimiento, la OEA tuvo una marcada influencia estadounidense debido a que
la entrada de América Latina en la Guerra Fría, la había colocado en la órbita
de los países del bloque Oeste, de tendencia capitalista. La influencia
estadounidense en la OEA se hizo evidente en la Conferencia de Caracas, en
1954, en la cual Estados Unidos declaró que la actividad comunista en cualquier
país americano implicaba una amenaza a su sistema y que, por lo tanto, debía
ser tratado como un tema de asuntos internos. Sin embargo, la alternativa
política latinoamericana oscilaba entre la dictadura y la democracia.
Dictaduras y democracias
En
la década del cincuenta, la vida política se debatió entre las democracias y el
viejo esquema de las dictaduras, muchas de ellas resultado de las ocupaciones
militares de Estados Unidos, como los casos de Somoza en Nicaragua y de
Trujillo en República Dominicana. Estas dictaduras se convirtieron en
instrumento de conquista económica para las familias en el poder. Los Trujillo
y los Somoza fueron dueños de una considerable parte de la riqueza nacional.
Otros
casos representativos de la política del período fueron:
Brasil. Tras
la muerte de Getulio Vargas en 1954, resultó electo Juscelino Kubitschek. Su
política se orientó a la transformación económica, la cual, aunque logró buenos
resultados, tuvo un costo social muy alto, pues los salarios se redujeron
notablemente y la inflación se disparó.
Venezuela. Un
golpe militar derribó de la presidencia al escritor Rómulo Gallegos en 1948, y
dio paso a diez años de dictadura militar, la mayor parte de ellos a la cabeza
del general Marcos Pérez Jiménez. Estos fueron los años de la prosperidad
petrolera en Venezuela. Cuando el general abandonó el poder en 1958, las
elecciones fueron ganadas por Rómulo Betancourt, quien, inició importantes
reformas sociales, agrarias y económicas.
Paraguay. Su
tradición militar se afianzó a partir de la década del cuarenta, en la cual
gobernaron los generales José Estigarribia, Higinio Morínigo, Juan González y
Federico Chávez. Este último fue derrocado en 1954, y el ejército comenzó su
gestión directa con la presidencia de Alfredo Stroessner, quien gobernó hasta
1989 .
Centro
américa y el Caribe. En Cuba ascendió Fulgencio Batista por golpe militar y en
Haití fue elegido Francoís Duvalier, quien se declaró dictador.
Otros
países. A diferencia de los anteriores, otros países mantuvieron la estabilidad
política en la medida que prolongaron las experiencias de las décadas
anteriores. Tal fue el caso de México con Lázaro Cárdenas; de Uruguay con el
gobierno de Battle y de Argentina con su tradición peronista. Estos países
coincidieron en buscar un equilibrio social mediante fórmulas políticas y
sociales, que al finalizar este período se agotaron. Además de este panorama
político, otra de las características sobresalientes de América Latina durante
la década del cincuenta fue la aparición de procesos revolucionarios.
La Revolución boliviana
Bolivia
era económicamente importante por sus minas de estaño, el cual estaba
comprometido desde 1943 con Estados Unidos. Sin embargo, la situación política
no era estable y continuamente se presentaban huelgas mineras. En 1944 un golpe
de Estado llevó a la presidencia al coronel Gualberto Villaroel. El Movimiento
Nacionalista Revolucionario y el Partido Obrero Revolucionario compartieron el
poder y dominaron las zonas mineras. Esta situación llevó a que los grandes
dueños de las minas, que contaban con el respaldo de las Naciones Unidas,
asumieran una actitud de oposición frente al gobierno. La economía se agravó y
un nuevo golpe militar derribó a Villaroel.
Hasta
1951 el país estuvo regido por una política conservadora que dio fuerza a los
sectores revolucionarios que llegaron al poder con Víctor Paz Estenssoro en
1952. De este modo, comenzó la revolución nacional, que consistió
principalmente en la nacionalización del estaño y en una reforma agraria que
pretendía levantar el nivel de vida de la población minera y campesina. Paz
Estenssoro, para consolidar el éxito de su revolución, estrechó sus relaciones
con Estados Unidos y así aseguró los préstamos necesarios. Sin embargo, las
imposiciones norteamericanas terminaron por generar un gran agotamiento
económico. Con ello, la revolución nacional llegó a su fin, y pese a la
nacionalización minera y a la reforma agraria, Bolivia siguió sufriendo las
consecuencias de su dependencia económica.
La revolución de Arbenz en Guatemala
En
1944, la larga dictadura del general Jorge Ubico fue interrumpida gracias a una
revolución militar que, orientada por un grupo de universitarios jóvenes,
impuso en el poder al profesor de pedagogía J.J. Arévalo. El gobierno de
Arévalo comenzó una política revolucionaria que fue continuada por el coronel
Juan Jacobo Arbenz en 1950.
El
coronel Arbenz, dentro de una conciencia nacionalista, comenzó un proceso de
reforma agraria que confiscaba las tierras bananeras de la compañía
norteamericana United Fruit Company. Como indemnización por la confiscación, el
gobierno de Guatemala pretendió pagar el valor que la empresa le daba a estas
tierras para evadir los impuestos. En respuesta, Estados Unidos, _apoyado en el
argumento de la "amenaza soviética': acusó al presidente Arbenz de ser un
conspirador comunista. Entonces, con la colaboración de la CIA, preparó una
invasión desde la plantación de la United Fruit en Honduras. Esta se efectuó en
1954 bajo el mando del general guatemalteco Carlos Armas quien asumió el poder,
primero como presidente y luego como dictador. Con Arbenz en el destierro se
acabó la revolución guatemalteca.
La Revolución cubana
La
única revolución que se consolidó en América Latina, luego del episodio
guatemalteco, fue la Revolución cubana. Esto se debió básicamente a la
protección que le prestó la Unión Soviética (URSS), que era el principal
representante del bloque opuesto al estadounidense. Si todavía en 1958 parecía
definible la posición de revolucionarios como Víctor Paz Estenssoro, quienes
pensaban que en América Latina solo eran viables las innovaciones que contaran
con la aprobación de Estados Unidos, después de la Revolución cubana esa
opinión parecía refutada por los hechos: un país Latinoamericano había tomado
el camino del comunismo.
Los inicios de la
revolución
En
1952, Fulgencio Batista derrocó al presidente electo Prío Socarrás e implantó
un régimen dictatorial que contó con el apoyo de Estados Unidos. Durante su
gobierno, en Cuba se establecieron azucareras, hoteles, clubes nocturnos y
casinos, generalmente de propiedad de delincuentes norteamericanos, por lo
cual, estos lugares servían para el lavado de activos. Allan Dulles, director
de la CIA en aquel entonces, era
propietario de la Francisco Sugar, una de las azucareras que se establecieron
en la isla. En síntesis, por esos años Cuba se convirtió en centro de negocios
y de recreo para actores, millonarios y políticos norteamericanos. El proceso
de revolución comenzó el 26 de julio de 1953, cuando el estudiante de derecho,
Fidel Castro, dirigió la toma del cuartel de Moncada, la segunda guarnición del
país, ubicada en Santiago de Cuba en respuesta al golpe de Estado de Batista.
El movimiento fracasó y Castro fue apresado. Sin embargo, unos meses después
fue absuelto y marchó al exilio a México.
En
su exilio, Castro organizó una pequeña expedición que penetró en Cuba tras el
desembarco del yate Granma, en noviembre de 1956. Castro y su Movimiento 26 de
Julio M-26, crearon un foco guerrillero en Sierra Maestra, provincia de
Oriente, que al poco tiempo se convirtió en el Ejército Rebelde.
A
partir de 1957 la guerrilla castrista salió lentamente de su aislamiento y
comenzó una ofensiva en los llanos. La apertura de nuevos frentes guerrilleros
y la coordinación de las acciones militares, por parte del médico argentino
Ernesto "el Che" Guevara, consolidaron el avance revolucionario.
En
1958, Estados Unidos decidió suspender el envío de armas a Batista/ya finales
de ese año la resistencia del dictador se desmoronó. Esto permitió el triunfo
de la revolución el primero de enero de 1959, con la toma de La Habana.
El
nuevo gobierno cubano reformó la Constitución y promovió una reforma agraria
sin precedentes en América Latina. Junto a esta, a mediados de 1960, comenzó
una intensa nacionalización, comenzando por la confiscación de las empresas
azucareras extranjeras, y seguidamente, los bancos y todas las compañías
privadas.
La transición hacia el
socialismo
La
hostilidad contra el gobierno revolucionario se acentuó frente a las audacias
que se mostraron en el manejo de los asuntos económicos. Sus reformas afectaron
de inmediato los intereses de las compañías azucareras. Precisamente, uno de
los afectados fue Allan Dulles, director de la CIA, de quien hablamos
anteriormente, pues perdió cerca de 71.300 hectáreas de tierra.
Ante
los desafíos del gobierno cubano, Estados Unidos comenzó el bloqueo económico
de la isla. Para ello, redujo su exportación de petróleo, dejó de comprar
azúcar y otros productos cubanos.
Ante
esta situación, la Unión Soviética se apresuró a aprovechar la oportunidad y
ofreció su propio mercado para Cuba: se comprometió a comprarle azúcar y a
abastecerla de petróleo. De este modo, la isla comenzó a reorientar su economía
hacia el bloque oriental.
Entonces,
el gobierno norteamericano decidió buscar una salida militar al problema. En
abril de 1961 unos pocos emigrantes cubanos, apoyados, entrenados y armados por
Estados Unidos, intentaron invadir a Cuba. Estaban convencidos de que su
llegada despertaría un levantamiento general contra el nuevo gobierno debido al
descontento que las reformas de este habían generado entre algunos cubanos. Sin
embargo, la invasión, que se realizó por Bahía Cochinos, fracasó. Cuba, sitiada
económicamente y atacada militarmente, se transformó definitivamente en un país
socialista y, en noviembre de 1961, la revolución se proclamó como marxista-leninista.
Al
año siguiente el presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy denunció la
construcción de bases de lanzamiento de misiles, por parte de la Unión
Soviética, en Cuba. Por este motivo se generó una crisis y Estados Unidos
ordenó el bloqueo naval de la isla, que dio lugar a la situación más tensa de
la Guerra Fría. Finalmente, la URSS accedió a retirar los cohetes.
Influjo de la
Revolución cubana
La
Revolución cubana influyó en el ambiente político de América Latina. El
rompimiento definitivo de Cuba con Estados Unidos y el miedo de este país a que
se volviera a repetir una nueva experiencia semejante, le llevó a endurecer su
política invadiendo militarmente algunos países como:
Panamá.
La primera acción se produjo en 1964 con ocasión de disturbios civiles
nacionalistas. Esta invasión causó la muerte a varias personas.
República
Dominicana. Tras el asesinato de Trujillo, en 1961, asumió el poder Juan Bosch
quien fue derrocado en 1963 por militares de la escuela de Trujillo. A su vez,
en 1965 una revolución militar nacionalista que quería devolverle a este país
el gobierno democrático trató de dar un golpe a los militares dictadores, pero
la intervención militar estadounidense frustró el intento.
La
expansión de la ola revolucionaria y del castrismo tomó auge en los movimientos
guerrilleros que se formaron en casi todos los países de América Latina. La
mayor parte de estos grupos no logró sobrevivir a la represión, y esto dio
lugar a una reacción conservadora que agotó los movimientos reformistas.
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